jueves, 18 de febrero de 2016

ESTETOSCOPIO

Este aparato, que sirve para escuchar los sonidos del pecho, facilita mucho a los facultativos la exploración a sus pacientes.
Laënnec (1781-1826), especialista en diagnosticar problemas torácicos, se encontró con un problema habitual para la época. Hasta entonces el ritmo cardíaco se tenía que comprobar apoyando la oreja sobre el pecho del paciente. Era una práctica muy efectiva cuando se trataba de personas delgadas o mujeres de pocos curvas. Laënnec se topó un día con una joven con sobrepeso y consideró “inadmisible por la edad y el sexo de la enferma” hundir su cabeza entre sus senos.


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